¿Son más caros los productos de la economía social? ¿Cuáles son las particularidades del consumo solidario?
El consumo para el bienvivir tiene q ver con la posibilidad de contar con recursos que nos permiten adquirir – productos y servicios, que sean satisfactorios para realizar el propio bienestar, garantizando nuestras singularidades.
El consumo solidario (CS) se practica en función no sólo del propio bienvivir personal, sino también del bienvivir colectivo.
Prioriza productos y servicios de la economía solidaria en lugar de productos de empresas que explotan trabajadores y/o degradan los ecosistemas.
Intenta contribuir a la creación de puestos de trabajo que puedan ser ocupados por quienes estén desempleados, garantizando condiciones de vida dignas; con salarios justos, preservando el medio ambiente, sin contaminar, sin utilizar pesticidas, promoviendo la igualdad de género y la transparencia de comercio sin intermediarios.
Poniéndonos un poco más teóricos, el concepto de consumo solidario sustituye la noción de consumo crítico, desarrollado en las últimas décadas, que se originó en las tomas de posición de movimientos ecologistas y de defensa de consumidores. Ahí es donde aparecen las famosas 4R: reducir, recuperar (reciclando), re-utilizar y reparar.
El concepto habilita elecciones guiadas por criterios conscientes, que consideren además de las calidades técnicas, impactos de su producción y consumo desde una perspectiva económica, ética y ecológica. Pero el CS, de alguna manera, supera este presupuesto, al formar parte de un circuito más inclusivo, que contempla esos criterios y los que tienen que ver con la economía social y solidaria.
*Basado en el texto “Consumo Solidario” de Euclides André Mancé.
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