El pasado sábado 5 de julio vivimos una jornada maravillosa en Méjico 196, Piñeyro.
Con peña, verdurazo, buffet agroecológico, actividades para las infancias, yoga, talleres y música en vivo, abrimos oficialmente nuestro primer local de venta directa al público, un espacio que ya comenzó a abastecerse semana a semana, con el mismo espíritu que nos impulsa desde hace más de una década.
Porque aunque llevamos ya 10 años construyendo esta red agroecológica entre nodos, productores, familias, consumidoras y cooperativistas, recién hace 2 años pudimos consagrarnos formalmente como cooperativa. Por eso elegimos celebrar este paso importante el mismo día que el Día Internacional de las Cooperativas, con una fiesta que reflejó lo que somos: comunidad organizada, alegría colectiva y compromiso con otra forma de alimentarnos y de vivir.
El nuevo local no es solo un espacio de venta:
es una nueva trinchera de ternura, de soberanía alimentaria y de encuentro territorial.
Un lugar donde la verdura llega sin agrotóxicos, sin intermediarios y sin desigualdad.
Donde cada producto tiene historia, trabajo y un lazo humano detrás.
Agradecemos profundamente a quienes lo hicieron posible:
los artistas que le pusieron música al alma de la jornada,
l@s coordinadores/as de nodo que sostienen esta red cada semana y que organizaron el evento,
y cada persona que se acercó, participó, colaboró o compartió.
Seguimos andando, porque sabemos que el mundo que soñamos no se compra: se construye.
Se sostiene con organización, se celebra con comunidad…
y florece con convicción.






